Resumen

El embarazo puede ser considerado como un periodo en el que el temor y la ansiedad relacionada con la gestación, la preocupación por el trabajo del parto, la capacidad de cuidar y criar al recién nacido y la salud del mismo pueden generar estrés a la gestante. El estrés durante la gestación incrementa el riesgo de parto prematuro que, a su vez, puede aumentar el estrés materno postparto y repercutir negativamente en la salud de la madre y del recién nacido. Por ello se realizó una revisión bibliográfica, evaluándose artículos originales y revisiones sistemáticas en publicaciones académicas, sin limitación de ámbito geográfico y en los idiomas inglés y español; describiéndose algunos de los factores de riesgo asociados y las consecuencias del estrés gestacional y postparto en la madre y el recién nacido. Se concluye en que el estrés materno gestacional es uno de los principales factores de riesgo para la prematuridad identificándose, a su vez, mayores niveles de estrés en las madres de recién nacidos prematuros. El incremento del estrés postparto en las madres de prematuros puede influir negativamente a la salud de ambos, llegando a afectar incluso en la lactancia materna, el vínculo materno-infantil y el crecimiento y desarrollo del hijo.